JUGANDO
AL ESCONDITE CON EL ESPECTADOR
"El
escondite" es una nueva propuesta de la ola de cine de terror que invade
cada semana nuestras pantallas, un cine de terror que intenta ser más
psícológico y sugerente que antaño, pero que a menudo se queda a medio
camino de sus propuestas como en este caso algo descabelladas, y es
que pese a sus críticos, por desgracia, no todos tienen el talento del
imitado aquí M. Night Shyamalan.
La película cuenta la historia de David, un hombre que decide trasladarse
con su hija Emily a un lugar apartado de la ciudad, donde poder intentar
superar la muerte de su esposa que se ha suicidado... La niña parece
en estado de shock después de presenciar a su madre muerta y culpa a
su padre de lo ocurrido, en su nueva casa descubrirá un amigo imaginario
llamado Charlie que le devolverá la alegría, ¿o tal vez no es imaginario?
Bajo esa premisa argumental, se encuentra una película tramposa, bastante
obvia en ocasiones y de factura técnica correcta como cualquier telefilm
de sobremesa.
Y es que lo único que diferencia esta película del resto de bodrios
de este tipo es el impresionante reparto que contiene y uno se pregunta
en ocasiones que demonios hacen esos actores metidos en semejante producto.
Porque ver al genial Robert de Niro (probablemente uno de los mejores
actores de la historia del cine), a las excelentes Famke Janssen (cuyo
potencial sigue estando desaprovechado), Elisabeth Shue (la inolvidable
prostituta de "Leaving Las Vegas") y Amy Irving, o la encantadora niña
de "Yo soy Sam", Dakota Fanning, hubiera sido una delicia en cualquier
otro producto y aunque aquí cumplen con su trabajo, uno espera que les
ofrezcan papeles a la altura de sus posibilidades.
El film contiene dos partes diferenciadas, el planteamiento y creación
de la atmósfera, la cual puede interesar más o menos, en espera de conocer
el desenlace, y el giro que da la historia cuando se descubre el "secreto"
que contiene y que no es otro que una soberana tomadura de pelo que
hace que el espectador tenga que soportar una media hora final en la
que ya todo le importa una mierda (con perdón).
Y es que a veces una sorpresa en el guión no es sinónimo de inteligencia
sino viene justificada con el resto de la historia y aquí está metida
con calzador y es estúpidamente incoherente.
En fin, si quieres ver una historia verosímil, inquietante, diferente
y sorprendente no vayas a ver esta película, te recomiendo que veas el estupendo trailer que mejora el resultado del film.
U.C. (Daniel Farriol)